Bajo el lema Vive la diversidad, termina con la discriminación, se celebra hoy el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Y aún siendo cierto que todas las vidas deberían tener el mismo valor, léase un treintañero de Wall Street y una anciana de Sierra Leona, no vendría mal multiplicar las apuestas por la infancia hambrienta, enferma, analfabeta y desamparada, ésa misma que carga con el número más gafado –también el más enclenque y negro- de la tornadiza ruleta por donde ruedan las existencias de los que vamos poblando este planeta enormemente deshumanizado y pese a ser el vivero de alevines donde se engendran los hombres y mujeres del mañana.
El abandono infligido a más de 1000 millones de niños y niñas en todo el mundo campa a sus anchas junto al expolio a la libertad de millares de adultos de ambos sexos, dueños de valores nobles y convicciones profundas, como los tres compañeros cooperantes retenidos en Mauritania, sobre los que se hace obligado parar mientes en fecha tan señalada.
Por eso, la llamada de Padrinos Asturianos para recabar ayuda y seguir socorriendo a un número cada vez mayor de menores colombianos, que cabría reiterar por sí sola a los lectores de este blog ante la efeméride que señala el almanaque, es también en este día la voz unánime de repulsa contra el secuestro de Alicia Gámez, Roque Pasqual y Albert Vilalta, de la ONG Barcelona Acción Solidaria, para quienes urgimos su liberación, enviamos todo el afecto y brindamos nuestro total apoyo.
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